PLEGARIA MAYA






Desde la casa ESTE de la luz,

que la sabiduría se abra en aurora sobre nosotros,

para que veamos las cosas con claridad.


Desde la casa NORTE de la noche,

que la sabiduría madure en nosotros,

para que conozcamos todo desde adentro


Desde la casa OESTE de la transformación,

que la sabiduría se transforma en acción correcta para que hagamos,

lo que haya que hacerse.


Desde la casa SUR,

del sol eterno, que la acción correcta nos de la cosecha,

para que disfrutemos los frutos del ser planetario.


Desde la casa SUPERIOR del paraíso,

donde se reúne la gente de las estrellas y nuestros antepasados,

que sus bendiciones lleguen hasta nosotros ahora.


Desde la casa inferior de la tierra,

que el latido cristal del planeta, nos bendiga con sus armonías,

para que acabemos con todas las guerras.


Desde la fuente central de la galaxia,

que está en todas partes al mismo tiempo,

que todo se reconozca como luz de amor mutuo.


AH YUM HUNAB KU EVAM MAYA E-MAHO.

AH YUM HUNAB KU EVAM MAYA E-MAHO.

SEA LA PAZ DE LA NATURALEZA DEL COSMOS EN TODOS Y EN CADA UNO.

Los mandamientos de la felicidad según Gurdjieff







Gurdjieff fue un maestro místico, escritor y compositor del siglo pasado, cuya principal aportación a la humanidad fue enseñar una forma de despertar conciencial, que él llamó “El cuarto camino”. Recorrió durante años diversos países orientales para rescatar sabidurías olvidadas capaces de desarrollar todo el potencial humano. Y supo integrar la sabiduría de Oriente con la energía de Occidente. Explicó que para conseguir la felicidad el hombre debía desarrollarse individualmente, convertirse aunque sólo fuera parcialmente en el ser genuino natural que es, y enseñar a otros ese despertar de la conciencia, de esta forma, al poco tiempo se crearía una masa crítica capaz de cambiar el mundo entero, en un mundo con propósito y con sentido.


Fija tu atención en ti mismo, sé consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.

Termina siempre lo que comenzaste.

Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.

No te encadenes a nada que a la larga te destruya.

Desarrolla tu generosidad sin testigos.

Trata a cada persona como si fuera un pariente cercano.

Ordena lo que has desordenado.

Aprende a recibir, agradece cada don.

Cesa de autodefinirte.

No mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a ti mismo.

Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.

No desees ser imitado.

Haz planes de trabajo y cúmplelos.

No ocupes demasiado espacio.

No hagas ruidos ni gestos innecesarios.

Si no la tienes, imita la fe.

No te dejes impresionar por personalidades fuertes.

No te apropies de nada ni de nadie.

Reparte equitativamente.

No seduzcas.

Come y duerme lo estrictamente necesario.

No hables de tus problemas personales.

No emitas juicios ni críticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.

No establezcas amistades inútiles.

No sigas modas.

No te vendas.

Respeta los contratos que has firmado.

Sé puntual.

No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.

Habla sólo lo necesario.

No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.

Nunca amenaces.

Realiza tus promesas.

En una discusión ponte en el lugar del otro.

Admite que alguien te supere.

No elimines, sino transforma.

Vence tus miedos, cada uno de ellos es un deseo que se camufla.

Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo.

Vence tus antipatías y acércate a las personas que deseas rechazar.

No actúes por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.

Transforma tu orgullo en dignidad.

Transforma tu cólera en creatividad.

Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.

Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.

Transforma tu odio en caridad.

No te alabes ni te insultes.

Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.

No te quejes.

Desarrolla tu imaginación.

No des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.

Paga los servicios que te dan.

No hagas propaganda de tus obras o ideas.

No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatía, complicidad.

No trates de distinguirte por tu apariencia.

Nunca contradigas, sólo calla.

No contraigas deudas, adquiere y paga en seguida.

Si ofendes a alguien, pídele perdón.

Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público.

Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.

No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.

No conserves objetos inútiles.

No te adornes con ideas ajenas.

No te fotografíes junto a personajes famosos.

No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.

Nunca te definas por lo que posees.

Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.

Acepta que nada es tuyo.

Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus cualidades.

Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal considéralo tú maestro.

No mires con disimulo, mira fijamente.

No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida invadir toda tu vida.

En el lugar en que habites consagra siempre un sitio a lo sagrado.

Cuando realices un servicio no resaltes tus esfuerzos.

Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.

Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.

No trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que tú no puedes darle.

Cuando alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.

Vive de un dinero ganado por ti mismo.

No te jactes de aventuras amorosas.



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Extraído http://reconciliacioncuantica.com/tag/gurdjieff/