El Arte y la Ciencia del Amor Incondicional por el Hermano Veritus







¿Por qué una Ciencia?


La ciencia se define como "un conocimiento o un sistema de conocimiento que cubre verdades generales o la operación de leyes generales especialmente como se obtienen y prueban mediante el método científico"(1), o por principios o procedimientos. Hay ciencias prácticas ejercidas principalmente fuera de la academia o el mundo corporativo o científico. Algunas son artes u ocupaciones tales como carpintería. Ésta, como otras técnicas y oficios, pueden caer en una categoría artística de acuerdo con el grado de creatividad y belleza desplegadas. Entre otras está, de hecho, la curación. Para tener éxito en ella se requiere conocimiento, desarrollo del practicante, experiencia y habilidades innatas. Por otro lado, amor incondicional, o el amor atribuido a la Divinidad, cae en una categoría diferente: el lado del sentimiento o emocional, no el mental. Por esta razón, puede no ser visto como una ciencia, pero sí cumple con la definición de una, si uno lo mira de cerca.

El logro del amor incondicional requiere comprensión que es una conciencia nacida de la práctica con devoción de métodos espirituales demostrados y puestos a prueba, tales como meditación y el morar en pensamientos elevados. Estos métodos nos fueron y están siendo dados por individuos iluminados adelante de nosotros en el Sendero, similarmente a la manera en que el conocimiento científico está basado en el trabajo de previos científicos e investigadores. Los métodos y prácticas místicas han señalado el Camino al estudiante a través del punto de vista de los maestros y de sus experiencias místicas personales. Aun cuando los individuos exhiben verdadero amor entre ellos en algunos casos, aquí es importante aclarar que el amor incondicional es bastante diferente de los apegos personales erróneamente interpretados como amor y lejos del amor incondicional que todo lo abarca, o, digamos, del amor de la/el Madre/Padre Celestial por toda su creación.

Como con cualquier ciencia, el amor incondicional requiere no sólo práctica mental y espiritual y estudio sino una práctica constante por el amor de la naturaleza: el amor por los cielos, los mares, la suave brisa sobre nuestras cabezas y hombros, las olas de las mareas, las hojas del pasto siendo mecidas por la brisa, las coloridas flores silvestres renovadas por la brumosa neblina de la montaña, la amorosa lluvia que refresca plantas y suelo, el deslizante arroyuelo, las rocas y animales, los pájaros cantando. También requiere la práctica del amor por todas las gentes independiente del color de su piel, su raza, religión, preferencias sexuales, puntos de vista, estado legal y así sucesivamente. Todas las divisiones entre los hombres son hechas por el hombre. La separación es carencia de amor. La mayoría de la gente declara tolerancia y bondad a miembros de una raza diferente. En la práctica, sólo pocos pueden realmente ver los extranjeros como a sí mismos(2). Pero no es sino hasta que veamos a otra gente como a nosotros mismos y reflejemos en ellos nuestra naturaleza y emociones, y los respetemos como queremos que ellos nos respeten, que podremos realmente "acercarnos al corazón de Dios"(3) y ser ascendidos a un estado divino. No es suficiente "pensar" o decir que somos buenos. Es solamente hasta que lo probemos a nosotros mismos mediante nuestras acciones que realmente somos buenos.


Este amor divino puede ser expresado matemáticamente y medido

electromagnéticamente pero la humanidad no ha logrado aún este nivel de sofisticada tecnología para usarlo en la construcción de aparatos sensitivos a esta fuerza magnética. Justo como se estructura un código de programación de computador, la expresión final de amor es un comando de alto nivel de un vasto arreglo de procesos de bajo nivel que ocurren en los cuerpos espiritual, emocional, mental y físico y a través de memorias celulares que están interconectadas a rejillas multidimensionales planetarias y galácticas. Cualquiera que sea el caso, ésa es la forma en que reside en la mente y corazón del Arquitecto Supremo del Universo ya que Dios geometriza y compendia su vasta creación en una simple fórmula. Todo puede ser reducido a un número o un patrón. Desde este punto de vista, es una verdadera ciencia aún a ser explorada.

¿Por qué un Arte?

El amor es un arte en su creación y manifestación, cualquier amante intuitivamente sabe eso. Por tanto la aplicación del amor interno al mundo y los materiales alrededor del amante hace la aplicación digna de consideración. Entre más amas, más expresas amor para beneficio de otros, para ayudar y curar. Creedme, nunca habrá suficiente amor en el mundo, ya que el mundo está siempre hambriento de amor. Como un artista o escritor, por ejemplo, tú nunca puedes lograr verdadera inspiración y expresión si no hay amor en tu corazón.

Cómo Lograr Amor Incondicional

Como humanos fuimos concebidos primeramente en la mente del Creador con mente y emociones. La mente, o cuerpo mental, es la conexión a nuestro cuerpo físico. Para conectarnos al cuerpo espiritual o fuerza Âme, se requiere el uso del cuerpo emocional, cuerpo astral o cuerpo psíquico, conocido en círculos Martinistas como fuerza fluidao envoltura plástica. Es el cuerpo espiritual que nos conecta con la divinidad y su amor incondicional. Por tanto tenemos que trabajar con nuestro cuerpo emocional y sus impulsos emocionales para vislumbrar la vasta realización de la perfección que está constantemente ligada y en comunión con el alma o cuerpo espiritual perfeccionado.

Estos impulsos emocionales y anegables mareas de emociones que nos han llegado durante meditación o cuando la tragedia nos golpea, necesitan ser dirigidas y enfocadas por el uso del cuerpo mental que es el espectador, analizador y guía en el proceso. Hay una razón por la cual la razón existe. Ella tiende un puente mediante palabras y procesos mentales a la Verdad espiritual que no puede ser descrita sino sentida en el corazón, su sola morada y punto de radiación al mundo.

La mente es el observador directo del proceso pero no el conocedor. La concentración de pensamiento viene de la mente pero el amor del corazón, y el primer paso para llegar a él y para ser conocedor es hacer una introspección mental y evaluación de nuestras vidas y acciones mediante nuestras mentes. La mente hace la primera comprensión mediante digresiones filosóficas, luego el corazón se hace cargo. De lo contrario, las emociones excitadas y no comprometidas, egoístas e indomadas, mostrarán una naturaleza incontrolable y fantasiosa, llena de contradicciones, tontería y orgullo excesivo. Tus condiciones externas reflejan tu ser interno. Curándote a ti mismo mediante balance y llegando a ser consciente de miedos y luchas interiores, tú ayudas a otros(4). Conócete a Ti Mismo.

En este viaje hacia el amor incondicional, tú no necesitas adquirir vasto conocimiento metafísico o mundano y títulos: simplemente razona suficientemente bien para dirigir las emociones y aplicar empatía hacia otros o sentir a otros desde adentro. Ésta es su simple belleza --y, para la mayoría de la gente, su más grande dificultad, si uno la mira del otro lado de la moneda-- . Ama con un amor rebosante y espontáneo. Sé sincero contigo mismo, confía en tus sentimientos y vence los miedos y la culturización impuesta a ti por tendencias y prejuicios sociales. Sé valeroso. Piensa y actúa correctamente. Retorna a la inocencia de un niño quien no necesita saber "mucho", o conocer el bien y el mal para sentir felicidad.

Si estás enganchado en la clase de culpable y tediosa repetición mental de "yo necesito amar a otros, yo necesito amar a otros" pero no puedes caer en su significado, menos aún en ideas abstractas de amor incondicional o en ver amor incondicional en la naturaleza, si necesitas algo para tocar y a quien expresar y practicar amor con positiva realimentación y refuerzo, alguien quien tú sabes expresa amor incondicional por seguro, entonces puedes sólo practicarlo en los ojos de una encantadora mascota casera tal como un gato o un perro, si tú o un amigo tuyo tiene una. Ya que los animales están más cerca a la naturaleza que los humanos, ellos pueden servirte como un puente o unión a ella. Ve cómo el animal expresa amor mediante lenguaje corporal, con impulsos de saltar en tus brazos y ser acariciado, con su inmersión en el momento, su amor incondicional hacia ti. Mira ese amor en esos calmados e inmensos ojos. Dios está manifestando su amor por ti a través de esos ojos como tú puedes expresarlo a otros a través de los tuyos.

Es vía emociones que uno puede conocer a Dios porque Dios se manifiesta mediante la vida y uno experimenta la vida solamente por medio de las emociones quienes son el último juez y motivador de nuestras acciones. Sentir amor incondicional y conocer a Dios no es sino la misma cosa porque una conduce a la otra y solamente cuando uno mora en este amor interior, uno puede sentir al Dios de nuestros corazones, no como una idea abstracta enseñada por fuera sino como una verdadera comprensión. Este conocimiento directo, inexpresable mediante palabras aún cuando tratamos aquí de describirlo, puede ser representado simbólicamente en el árbol de la vida por el hijo o el sol en la Sefirota 6, Tifereth, el Cristo. Es un estado del ser en el cual amor se manifiesta incondicionalmente y en el cual, a veces, te hace que sientas una arrobamiento sublime, un estado alterado, una compenetración, un sentir directo, un destello de percepción, una belleza que los ojos físicos no pueden ver sino los espirituales, un sentir de regocijo con gozosa energía, una aceptación de Todo Lo Que Es por lo que es, sea bueno o no-tan-bueno, un amor que no conoce límites.

Si tú moras en esta verdad, entonces este estado no será solamente destello sino permanencia. Entonces tú verás y sentirás el amor de y por la naturaleza y su hermosura y contemplarás el amor y la aceptación en otros, aún de otras culturas, y el amor que tú les mandas en un movimiento arremolinado en espiral regresa multiplicado, abundantemente retorna --a propósito, odio también sigue la misma ley, él también atrae y regresa multiplicado-- . El maestro Jesús en una ocasión dijo: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente." Y así haciendo, y en amando tu prójimo como a ti mismo (5), cosas maravillosas se te otorgarán.

Como una agradecida apreciación por esta enseñanza, inclinemos nuestras cabezas y digamos una plegaria mental para otros en necesidad y para curar nuestra Madre Tierra.




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Extraído http://www.luisprada.com/Protected/Amor_Incondicional.htm